ALIMENTOS CON MICROBIOS BENEFICIOSOS PARA NUESTRA SALUD
Seguramente has escuchado o leído algo sobre los alimentos con bióticos (probióticos y prebióticos). Estos alimentos se promocionan como beneficiosos para la salud: “probióticos naturales” o “fermentos naturales”.
En este artículo te contamos qué son, qué alimentos contienen microorganismos beneficiosos y qué aportan a nuestra salud. Además, incluimos información acerca de dos tipos de alimentos que se agregaron recientemente a esta categoría: los sinbióticos y los posbióticos.
Te presentamos en este cuadro a los grupos de alimentos con bióticos de los que hablaremos en esta nota y a continuación, te contamos las características, beneficios y detalles de cada uno.
Probióticos
Los probióticos son microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, confieren beneficios para la salud del consumidor.
Un grupo de expertos convocados por la International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics (ISAPP en inglés) sugirió que el término debe restringirse a aquellos microorganismos vivos que han sido probados y han demostrado que proporcionan un beneficio para la salud.
Los microorganismos vivos más usados en los alimentos son bifidobacterias (como Bifidobacterium spp y Bifidobacterium breve) y lactobacilos (como Lactobacillus casei y Lactobacillus acidophilus).
El término probióticos [1] (que significa “por la vida” o “a favor de la vida”) fue utilizado por primera vez en el año 1965 en oposición al término antibióticos (que significa “contra la vida” o “en contra de la vida”).
Una revisión, publicada 50 años después, propuso que para que los microorganismos puedan considerarse probióticos debían cumplir los siguientes criterios:
- – Ser de origen humano.
– No ser patogénicos por naturaleza.
– Ser resistentes a la destrucción por procedimientos tecnológicos.
– Ser resistentes a la destrucción por las secreciones gástricas y por la bilis.
– Poder adherirse al epitelio intestinal.
– Ser capaces de colonizar el tracto gastrointestinal, incluso por cortos períodos.
– Producir sustancias antimicrobianas.
– Modular las respuestas inmunitarias.
– Ejercer una influencia en algunas actividades metabólicas humanas, como la producción de vitaminas, etc.
Según el Código Alimentario Argentino (CAA), para que una cepa [2] pueda ser utilizada como ingrediente probiótico en alimentos debe cumplir los siguientes requisitos mínimos:
1. Identificación de la cepa (género/especie/subespecie), por laboratorios reconocidos nacional o internacionalmente por la autoridad sanitaria, mediante una metodología validada.
2. Caracterización “in Vitro” e “in Vivo” que demuestre que la cepa llega viable al intestino porque tiene:
- – Resistencia gástrica.
– Resistencia a la bilis.
– Resistencia a la lisozima (opcional): esta enzima está presente en la boca (saliva) y en el intestino delgado.
3. Ensayos “in Vivo” e “in Vitro” que demuestren el(los) efecto(s) probiótico(s) adjudicado(s) debidamente documentado(s) y respaldado(s) en estudios efectuados por organismos nacionales y/o internacionalmente reconocidos.
4. Seguridad (la cepa no debe ser riesgosa para la salud).
Los alimentos con probióticos deben ser autorizados, previa evaluación satisfactoria de los ensayos “in Vivo” con el alimento tal cual se va a consumir, por una comisión evaluadora integrada por profesionales especializados pertenecientes a la autoridad sanitaria o por los que ésta designe a ese efecto y para cada caso particular.
Etiquetado de alimentos con probióticos
El producto se presentará en un envase bromatológicamente apto cuyo rótulo indique la identificación de la(s) cepa(s) que lo compone(n) y la concentración de células viables de cada una de ellas (UFC [3] /g).
El producto se rotulará “… con probióticos”, llenando el espacio en blanco con la denominación de venta del alimento correspondiente. Por ejemplo: “yogur con probióticos”.
Ejemplos de alimentos con probióticos
Los probióticos se encuentran en…
Los probióticos se agregan a…
- – Fórmulas infantiles
Beneficios para la salud de los alimentos con probióticos
Los alimentos con probióticos:
- – Ayudan a la digestión al descomponer algunos nutrientes que no podemos digerir (como la fibra).
– Mantienen los microorganismos patógenos bajo control y mejoran la composición de la microbiota intestinal.
– Ayudan a que el sistema inmunológico funcione correctamente.
– Reducen la diarrea asociada a antibióticos.
– Se utilizan para tratar la diarrea infecciosa.
– Mejoran el síndrome de intestino irritable leve a moderado y otros síntomas digestivos.
– Ayudan a controlar los síntomas asociados con la mala digestión de la lactosa (intolerancia a la lactosa).
– Reducen los síntomas de los cólicos y el riesgo de eccema en los bebés.
– Disminuyen el riesgo o la duración de algunas infecciones comunes, incluidas las del tracto respiratorio, intestinal y vaginal.
Microbiota intestinal
Es el conjunto de los microorganismos que residen en el tracto intestinal. La microbiota intestinal de un individuo de 70 kg, por ejemplo, se compone de más de 100 billones de microorganismos.
Si bien existe un grupo de microorganismos que todos tenemos en la microbiota intestinal, la composición de cada microbiota intestinal es única y varía en función de factores modificables (como los hábitos alimentarios, el consumo de fármacos, entre otros) y no modificables (como la genética, la edad, etc.).
La microbiota intestinal cumple importantes funciones como: fortalecer el sistema inmune, digerir nutrientes que no somos capaces de digerir como la fibra, sintetizar vitaminas y ácidos grasos de cadena corta, y facilitar la absorción de minerales.
Si bien los probióticos son seguros para la mayoría de las personas, la ISAPP recomienda que aquellas personas que padezcan un trastorno inmunológico, síndrome del intestino corto, o una enfermedad grave consulten con un médico antes de consumirlos.
Mitos sobre los alimentos con probióticos
A pesar de los beneficios para la salud que tienen, existen ciertos mitos instalados en los consumidores respecto a los alimentos con probióticos. A continuación, esclareceremos algunos de ellos.
Mito: Los yogures con probióticos proveen al organismo una bacteria llamada Lactobacillus casei. Esta bacteria es generada normalmente por el 98% de los organismos.
Realidad: Nuestro organismo no puede generar ninguna bacteria, las bacterias sólo se hospedan en nuestro cuerpo. La colonización de la microbiota intestinal comienza inmediatamente luego del nacimiento y la alimentación es uno de los factores que influyen en la composición de la microbiota intestinal.
Mito: Cuando se consumen alimentos con probióticos por un tiempo prolongado, el cuerpo deja de generar bacterias y paulatinamente «olvida» que debe hacerlo y cómo hacerlo.
Realidad: Es absolutamente imposible que nuestro organismo deje de generar bacterias debido a que, como dijimos anteriormente, no genera bacterias.
Mito: Los productos con Lactobacillus casei son nocivos para la salud.
Realidad: En el año 2008, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) desmintió a través de un comunicado los supuestos efectos nocivos de la bacteria Lactobacillus casei. Asimismo, aclaró que existe amplia evidencia científica que determina que la bacteria Lactobacillus casei es benéfica para la salud.
Mito: Todos los alimentos fermentados son alimentos probióticos.
Realidad: No necesariamente. Esto depende de dos cuestiones:
- 1) Si bien algunos alimentos fermentados no reciben un procesamiento posterior, otros se procesan mediante pasteurización u horneado. Estos procesamientos que emplean calor matan microorganismos, por lo que los alimentos fermentados que son sometidos a estos procesamientos no proporcionarán microorganismos vivos.
- 2) Los alimentos fermentados pueden proporcionar microorganismos vivos que no tienen beneficios para la salud comprobados. Esto es lo que los diferencia de los probióticos (que son microorganismos vivos que han demostrado tener un beneficio para la salud cuando se administran en cantidades adecuadas).
Por lo tanto, un alimento fermentado puede no tener microorganismos vivos y no se lo puede considerar como un alimento con probióticos y cuando un alimento fermentado contiene microrganismos vivos en una cantidad que confiere un beneficio comprobado para la salud se lo puede considerar como un alimento con probióticos. Por ejemplo: el yogur es considerado un alimento con probióticos, al igual que la leche fermentada y el kéfir.
Prebióticos
Los prebióticos son ingredientes o partes de un alimento (no digeribles) que poseen un efecto benéfico para el organismo receptor, estimulando el crecimiento selectivo y/o la actividad de una o de un número limitado de bacterias en el colon y que confiere beneficios para la salud del organismo receptor. En otras palabras, los prebióticos son el(los) sustrato(s) utilizado(s) selectivamente por los microorganismos que confieren un beneficio para la salud.
Los prebióticos, son un tipo de fibra (hidratos de carbono) que el organismo no puede digerir y que, sirven como nutriente o sustrato para los microbios presentes en la microbiota intestinal.
Si bien la mayoría de los prebióticos son fibra, no todos los tipos de fibras son prebióticos.
Algunos ejemplos de prebióticos son: inulina, galactooligosacáridos (GOS) y fructooligosacáridos (FOS).
Según el CAA, para que un compuesto pueda ser utilizado como ingrediente prebiótico en alimentos deberá cumplir con los siguientes requisitos mínimos:
1. Identificación del compuesto
- – Nombres químicos
– Caracterización físico-química
– Descripción
– Fuente/Origen
– Pureza
– Contaminantes
2. Caracterización del prebiótico
- – Resistencia a la acidez gástrica
– Resistencia a la hidrólisis por enzimas presentes en la saliva, así como enzimas pancreáticas e intestinales.
– Resistencia a la absorción gastrointestinal (no se absorbe a nivel del epitelio intestinal).
– Fermentación por la microflora intestinal.
– Estimulación selectiva del crecimiento y/o actividad de bacterias intestinales benéficas.
3. Ensayos “in Vivo” e “in Vitro” que demuestren el(los) efecto(s) fisiológico(s) adjudicado(s) al prebiótico debidamente documentado(s) y respaldado(s) en estudios efectuados por organismos nacionales y/o internacionalmente reconocidos.
4. Seguridad (el compuesto prebiótico no debe ser riesgoso para la salud).
Los alimentos con prebióticos deben ser autorizados, previa evaluación satisfactoria de los ensayos “in Vivo” en el alimento tal cual se va a consumir, por una comisión evaluadora integrada por profesionales especializados pertenecientes a la autoridad sanitaria o a los que ésta designe a ese efecto y para cada caso particular.
Etiquetado de alimentos con prebióticos
El producto se presentará comercialmente en un envase bromatológicamente apto cuyo rótulo indique la identificación precisa del compuesto o de los compuestos que lo componga(n).
El producto se rotulará: “…con prebióticos” llenando el espacio en blanco con la denominación de venta del alimento correspondiente. Por ejemplo: “fórmula láctea para lactantes con prebióticos”.
Si la palabra prebiótico no aparece en el rótulo o la etiqueta, se sugiere buscar en la lista de ingredientes las palabras inulina, galactooligosacáridos (GOS) o fructooligosacáridos (FOS).
Ejemplos de alimentos con prebióticos
Los prebióticos se encuentran en…
- – Alcaucil
– Achicoria
– Ajo
– Cebolla
– Espárragos
– Rábano
– Soja
Los prebióticos también se encuentran en la leche materna o humana. Los oligosacáridos de la leche materna o humana estimulan el crecimiento de microbios beneficiosos en el intestino del bebé; y al mismo tiempo desalientan el crecimiento de microbios patógenos que pueden causar infecciones.
Los prebióticos se agregan a…
- – Lácteos
– Fórmulas infantiles
– Jugos
Beneficios para la salud de los alimentos con prebióticos
Los alimentos con prebióticos:
- – Mejoran la composición de la microbiota intestinal.
– Modulan el sistema inmunológico.
– Contribuyen a regular los niveles de glucosa en sangre (glucemia) y los niveles de lípidos en sangre.
– Mejoran la fermentación bacteriana del colon por lo que reducen el tiempo de tránsito intestinal y contribuyen a la regularidad intestinal.
– Además, ayudan a reducir el estreñimiento ocasional y la diarrea.
Algunas personas pueden percibir molestias digestivas (como gases/flatulencia y distensión/hinchazón abdominal) cuando comienzan a consumir alimentos con prebióticos, y sobre todo cuando la ingesta de los mismos es alta; es por eso que se recomienda comenzar con una cantidad baja y aumentar gradualmente su consumo. Las molestias digestivas pueden desaparecer una vez que el organismo se adapta al consumo de alimentos con prebióticos.
La ISAPP recomienda consumir al menos 5 gramos de prebióticos al día para mejorar la salud intestinal.
Tanto los probióticos como los prebióticos son considerados alimentos funcionales. Para que un alimento pueda considerarse “funcional” debe demostrarse que ejerce un efecto beneficioso sobre una o más funciones del organismo (además de su aporte nutritivo intrínseco), de un modo que contribuya a mejorar el estado de salud, prevenir o reducir el riesgo de enfermedades, o ambas cosas. Es importante mencionar que debe estar demostrado que su efecto beneficioso se produce cuando se consume en la cantidad que normalmente el alimento es consumido en la alimentación. Los alimentos funcionales no están contemplados en el CAA. Los probióticos y los prebióticos están incluidos en el CAA (Artículo 1389 y Artículo 1390, respectivamente).
Sinbióticos
Un panel de expertos convocado por ISAPP, en mayo de 2019, definió a los sinbióticos como “una mezcla que comprende microorganismos vivos y sustrato/s, utilizados selectivamente por microorganismos hospedadores, que confiere un beneficio para la salud del huésped”.
Existen dos tipos de sinbióticos: complementarios y sinérgicos. Un sinbiótico complementario es una combinación de un probiótico más un prebiótico, que debe tener un beneficio para la salud medible. Un sinbiótico sinérgico es una combinación de un microorganismo vivo con un sustrato que es utilizado específicamente por ese microorganismo. En este caso, ninguno de los dos debe cumplir de forma independiente los criterios (cantidad adecuada y evidencia de beneficio para la salud) necesarios para calificar como probiótico y prebiótico. Este tipo de sinbiótico debe tener un beneficio para la salud medible.
Beneficios para la salud de los alimentos con sinbióticos
Los alimentos con sinbióticos pueden:
- – Mejorar los síntomas del síndrome de intestino irritable.
– Erradicar la infección por Helicobacter pylori.
– Mejorar la hiperglucemia (niveles altos de glucosa en sangre) y la dislipidemia (niveles altos de lípidos en sangre).
– Prevenir la dermatitis atópica o mejorar su tratamiento.
Posbióticos
Son microorganismos no viables y compuestos microbianos producidos por un proceso fermentativo que, cuando son administrados en cantidades adecuadas, producen un efecto benéfico en el consumidor.
Tipos de posbióticos
- – Microorganismos no viables.
– Metabolitos sintetizados intracelularmente y secretados al medio durante el proceso fermentativo: ácido láctico y otros ácidos orgánicos, ácidos grasos de cadena corta.
– Biomoléculas liberadas al medio por acción enzimática extracelular: péptidos, galactooligosacáridos.
– Componentes liberados por lisis celular: ácido desoxirribonucleico (ADN), ácido ribonucleico (ARN), fragmentos de pared celular.
Beneficios para la salud de los alimentos con posbióticos
Los alimentos con posbióticos tienen capacidad antimicrobiana, capacidad enzimática para contribuir con la digestión a nivel intestinal, capacidad antiinflamatoria y capacidad para reforzar la barrera intestinal.
[1] Del griego: pro (antes, adelante), bios (vida), tico (relativo a).
[2] Grupo de microorganismos emparentados, como bacterias, hongos o virus, cuya ascendencia común es conocida.
[3] Unidades Formadoras de Colonias.
Referencias
- Ministerio de Salud. Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Código Alimentario Argentino. CAPÍTULO XVII. ALIMENTOS DE REGIMEN O DIETETICOS. Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/caa_cap_xvii_2021.pdf
- International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics (ISAPP). Probiotics. Disponible en: https://isappscience.org/for-consumers/learn/probiotics/
- Teitelbaum JE, Walker WA. Nutritional impact of pre- and probiotics as protective gastrointestinal organisms. Annu Rev Nutr. 2002; 22:107-38. Disponible en: https://www.annualreviews.org/doi/abs/10.1146/annurev.nutr.22.110901.145412?journalCode=nutr
- European Society of Neurogastroenterology & Motility (ESNM). GUT MICROBIOTA FOR HEALTH. Todo sobre la microbiota intestinal. Disponible en: https://www.gutmicrobiotaforhealth.com/es/sobre-la-microbiota-intestinal/
- Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). ANMAT informa acerca de productos que contienen Lactobacillus casei. 19 de marzo de 2008. Disponible en: http://www.anmat.gov.ar/webanmat/Comunicados/marzo/Comunicado_lactobacillus.pdf
- International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics (ISAPP). Prebiotics. Disponible en: https://isappscience.org/for-consumers/learn/prebiotics/
- Swanson, K.S., Gibson, G.R., Hutkins, R. et al. The International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics (ISAPP) consensus statement on the definition and scope of synbiotics. Nat Rev Gastroenterol Hepatol 2020; 17, 687–701. Disponible en: https://www.nature.com/articles/s41575-020-0344-2
- Toca MC, Burgos F, Fernández A, Giglio N, et al. Ecosistema intestinal en la infancia: rol de los “bióticos”. Arch Argent Pediatr 2020;118(4):278- 285. Disponible en: https://www.sap.org.ar/docs/publicaciones/archivosarg/2020/v118n4a14.pdf
Fuente: Infoalimentos
https://infoalimentos.org.ar/temas/salud-y-alimentos/529-alimentos-con-microbios-beneficiosos-para-nuestra-salud?language=es-ES&idU=1